Cada 7 de abril, el Día Mundial de la Salud nos invita a reflexionar sobre qué significa realmente estar saludables. Desde Casa Khuyana, creemos que la salud va más allá de la ausencia de enfermedad: es un estado de bienestar físico, emocional, espiritual y social. Y, sobre todo, es un derecho humano fundamental para los niños y niñas que se encuentran en su proceso final de vida. Justamente porque transitar ese momento trascendental no debe enfocarse en el fin, sino en vivirlo desde la compasión, el amor y la dignidad.
Cada año millones de niños en el mundo enfrentan enfermedades que amenazan sus vidas. Los cuidados paliativos pediátricos podrían transformar esta realidad aliviando el sufrimiento, brindando bienestar y atendiendo las necesidades del niño y su familia.
En Casa Khuyana, trabajamos cada día para generar conciencia sobre la importancia de asumir un enfoque holístico e integral de la salud. Como primer hospice pediátrico del Perú, nuestra misión es acompañar a niños en proceso final de vida y a sus familias con amor, dignidad y compromiso. Trabajamos para garantizar que, aún en medio de la adversidad, la vida pueda ser vivida con sentido, conexión y compasión.
Sabemos que hablar de salud también es hablar de justicia, de inclusión, de cuidado. Por eso, en este Día Mundial de la Salud, junto a los miembros de la Comisión Técnica de Casa Khuyana, reafirmamos nuestro compromiso de seguir aportando conocimientos y presencia para lograr, desde nuestro lugar, un sistema de salud cada vez más equitativo y humano en el país y la región.
Cada niño, junto a su familia, merece ser visto, cuidado y acompañado hasta el último momento. Esa es, también, una definición de salud.